Aunque sea una tarea rutinaria, cuida siempre de los detalles para evitar problemas en la piel y salud de tu bebé.
En primer lugar, es preciso mantener siempre varios pañales disponibles para cubrir cualquier necesidad, así como toallas húmedas y crema. El cambiador impermeable y plegable suele ayudarnos mucho a protegerlo de superficies frías y a dejar el espacio utilizado sin residuos. Recuerda, tenerlo todo a la mano ayuda a nunca dejarlos solos.
- Lo más básico es colocar al bebé acostado boca arriba en una superficie plana y segura. Es importante evitar superficies irregulares para proteger su espalda.
- Quítale cualquier vestimenta que tenga en las piernas y separa las cintas adhesivas del pañal a retirar.
- Sostén la parte frontal del pañal con una mano, con cuidado levántalo y toma sus dos pies con la otra mano. Limpia desde el frente hacia atrás cualquier residuo en su piel, así evitas infecciones en las chicas. Repítelo si lo crees necesario.
- Coloca las nalguitas del bebé sobre la parte limpia que tomaste del pañal viejo y utiliza toallitas húmedas y secas para limpiar y refrescar su piel. No olvides sus pliegues.
5. Despliega completamente el pañal nuevo, colócalo bajo las nalgas y espalda baja del bebé sosteniendo sus piernas nuevamente. La idea es igualar la altura del frente y parte trasera del pañal limpio.
6.Aplica algo de crema protectora, esta servirá para proteger su piel de la humedad y la fricción inicial del pañal limpio que colocarás. Esta humedad generalmente se produce en la entrepierna y el ano.
7.Toma la parte delantera del pañal y asegúralo con las cintas adhesivas laterales. Aplica una presión media para fijar bien el pañal nuevo, evitar filtraciones e incomodar al bebé.
Aprovecha cada cambio del día para compartir algunas palabras y darle cariño a esta delicada, pequeña y hermosa nueva vida.
¡La práctica será tu maestra!
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