Por lactancia exclusiva se entiende que no se le dará al recién nacido ningún otro alimento más que la leche materna. Ni siquiera agua. Suena extremo, sin embargo, es lo mejor para tu bebé.
Se recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, ya que esta le trae una serie de beneficios al recién nacido que no le puede aportar ningún otro tipo de alimento.
Y no solo a él, también a ti. Te contamos algunos.
Nutrición ideal
La leche materna, es el alimento ideal para el bebé. Su composición varía según va creciendo el bebé, adaptándose a las necesidades nutricionales de los primeros meses. Es decir, está hecha para nutrirlo exactamente como debería serlo. Así, evitas que sufra de desnutrición y garantizas su buen desarrollo.
Menos enfermedades
Desde el momento en que inicia la lactancia, los bebés empiezan a construir sus defensas. Esto debido a que les transmites inmunoglobulinas a través de la leche para que empiecen a construir un sistema inmunitario fuerte.
Hace gente inteligente
Se ha establecido un vínculo entre la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y mejores indicadores de desarrollo cognitivo en adolescentes y adultos. No solo eso, además mejora el desarrollo motriz.
Mejora la digestión
La leche materna es de muy fácil digestión para el recién nacido y estimula el sano desarrollo de la flora intestinal. Además, ayuda a prevenir problemas del tracto digestivo, disminuyendo los riesgos de diarrea, uno de los mayores problemas de salud en los bebés.
Regresas más fácilmente a tu peso
Influye de forma positiva en la recuperación del peso que se tenía antes de la gestación. El esfuerzo metabólico que trae la lactancia exclusiva contribuye al consumo calórico, lo que permite que regreses a tu peso y previene complicaciones relacionadas como la hipertensión o la diabetes.
Ahorras
Quizás no lo habías pensado, pero la lactancia exclusiva implica un ahorro monetario. No gastas en biberones ni en alimento para el bebé por 6 meses.
Con la lactancia materna exclusiva ayudas a tu bebé a crecer de la mejor forma posible durante los primeros 6 meses de vida y sientas las bases para que tengan un desarrollo adecuado más allá de ese tiempo. Además, te ayuda a fortalecer ese vínculo materno que dura toda su vida.