El Tai Chi es un arte marcial taoísta de bajo impacto. Esto quiere decir que es un ejercicio suave que no exige demasiado. Ha tomado mucha popularidad especialmente entre personas de la tercera edad y hay buenas razones para ello.
Utiliza movimientos lentos y sin el uso de la fuerza, enfocándose en la fluidez de los movimientos, el equilibrio y la respiración. Esto evita que durante su práctica sucedan lesiones y previene esfuerzos excesivos. Ya desde ahí se empieza a entender su popularidad con personas de la tercera edad.
Pero no termina ahí.
Beneficios físicos
- Anticaídas. El ejercicio que se realiza es de resistencia y equilibrio, lo que ayuda a mejorar el balance y la coordinación, disminuyendo el riesgo de caídas.
- Mejora articulaciones. La fluidez de los movimientos ayuda a fortalecer las articulaciones y a disminuir el dolor en las mismas, así como a prevenir la artritis.
- Huesos más fuertes. Contribuye al combate de la osteoporosis, ya que ayuda a que los huesos se fortalezcan y disminuya la perdida de calcio propia de la edad.
- Corazón sano. Como todo ejercicio, mejora la salud cardiovascular y, sobre todo, fortalece el corazón sin esforzarlo demasiado.
Beneficios mentales
- Mejora la concentración. La práctica mejora la concentración, ya que cada sesión exige centrarse en los movimientos y la respiración.
- Mejora la memoria. Existen muchos movimientos y ejercicios que son necesarios recordar rápidamente para realizarlos de forma fluida, por lo que se ejercita la memoria.
- Socialización. Cuando se practica asistiendo a clases o grupos especializados, se mejora la socialización y se combate el sentimiento de soledad que a veces sufren las personas mayores.
- Antidepresivo. Tanto la socialización como la satisfacción del ejercicio físico ayudan a combatir la depresión y aumentar la autoestima.