Se viene la época más calurosa del año y con ella el riesgo de sufrir un golpe de calor. Conoce cómo detectarla y cuáles son los primeros auxilios necesarios.
Un golpe de calor sucede cuando la temperatura corporal aumenta considerablemente y no se logra bajar a tiempo. Suele suceder cuando estamos expuestos por mucho tiempo a climas calurosos, en especial directamente bajo el sol y cuando se realiza mucha actividad física.
Los síntomas del golpe de calor incluyen:
- piel enrojecida
- respiración agitada y pulso acelerado
- dolores de cabeza, náuseas e incluso vómitos
- confusión, agitación, dificultad en el habla o algún otro cambio de comportamiento
- piel seca o sudoración excesiva
- desmayo
Si observas que alguien está sufriendo algunos de estos síntomas, es importante llamar al servicio de emergencias. Mientras llegan, deberás aplicarle primeros auxilios para que el problema no empeore.
Lo primero es quitar a la persona afectada de la exposición al sol o al calor. Hay que moverla a un lugar más fresco y con sombra. Evita lo más posible que se aglomere gente a su alrededor. Luego, revisa su vestimenta; retira el exceso de ropa que pueda tener y afloja la que pueda estar muy ajustada.
Lo más importante es bajar un poco su temperatura corporal. Puedes empezar mojando su rostro con una esponja o toalla húmeda; en casos más graves, puedes meterla a la ducha, a una bañera o mojarle todo el cuerpo con una manguera.
Puedes darle a beber un poco de agua fría para que se rehidrate y recupere un poco de los líquidos que perdió. Si presenta vómitos o muestra mucha desorientación o confusión, no lo hagas.
Estos son los primeros auxilios que se le deben brindar a una persona que sufre un golpe de calor mientras llegan los profesionales de emergencias. Recuerda que no hay que desatender ninguno de estos síntomas en cuanto aparezcan, ya que son advertencias de que el cuerpo está en peligro.