Si haces poco ejercicio o deportes y deseas optimizar tu rutina, estas son algunas bases para mejorar tu desempeño y hábitos cotidianos.
Respeta tus horas de sueño
La primera regla es que no puedes exigirle a un cuerpo y mente mal descansados. Programa tus horas de sueño, evita comer demasiado antes de dormir y sé constante en tus horarios.
Elige tu actividad favorita
El gimnasio no es el único lugar donde puedes ejercitarte. Practicar el deporte que más te gusta, bicicleta, correr o caminar pueden ser las mejores actividades para iniciarte en una rutina física.
Recompénsate en cada rutina
Nada como la motivación planificada. Un nutritivo licuado de frutas, un desayuno de campeones o un domingo de spa pueden ser buenos alicientes al finalizar en tus primeros días de actividad física.
Únete a los perseverantes
Empezar solo puede ser mucho más difícil que unirte o acompañar a alguien con más experiencia y disciplina. Tomar el compromiso y sentir el apoyo de alguien más puede ser la clave para motivarte.
Finalmente, la importancia de trazarse metas es la base para que puedas confirmar tus avances y ganar confianza. Cada paso, por insignificante que parezca, será la clave para mejorar tu salud.